El Luna Park, Un nuevo desafío para Karina

La nota con Karina se concretó en un bar ubicado en Lavalle y Bouchard, en la esquina del Luna Park. El mítico escenario que la tendrá como protagonista el 10 de noviembre. Será una fecha clave en su carrera. Su máximo desafío.
-Pensar que hace pocos años le decías a MDT que soñabas con cantar en un teatro. Al poco tiempo llegabas al Colonial, a otros escenarios también importantes, y ahora al Luna Park.
-¡Es verdad! Lo veía como inalcanzable. Nunca creí que iba a poder darse. Te confiezo algo: No conozco el Luna Park. Esta es la primera vez que estoy enfrente, nunca vine a ver a nadie aquí. No caigo todavía. No sé a qué me voy a enfrentar. Es más grande que los teatros que hice hasta el momento. La puesta en escena, las luces, todo tiene que ser diferente. También estoy aprendiendo a cantar, lo que nunca había hecho. Por un problema de salud llegué a una gente que me está formando. Es un matrimonio. Ella es médica (“otorrina”) y él es músico de Marcela Morelo. Tengo un quiste en las dos cuerdas vocales, ocasionado por el esfuerzo de nuestro trabajo, que yo enfrentaba sin técnica. Eso llevó a que se lesionen las cuerdas y muchas veces caí en afonías y tuve que postergar shows. Fue muy feo y por suerte los empresarios lo entendieron. Tuve momentos flojos en mi carrera y hoy, que no es así, me da bronca tener que decir “no puedo seguir” y suspender lo que queda de la noche. Yo sé de colegas que hacen eso a la ligera, sin un problema de salud de por medio, y nunca me gustó.
-¿Todavía no te agarró eso de plantarte en la noche por cosas que no te gustan? En el ambiente lo llaman: caprichos de las estrellitas.
-¡Nooo! Ni me va a agarrar. Porque yo le debo todo a la gente. Y soy una persona que se fija mucho en el esfuerzo de todos. No creo que los shows los consiga yo sola. Valoro el esfuerzo de Rey Producciones, que me vende, del empresario que pagó la difusión y el de la gente que abonó la entrada con mucho sacrificio; y a mí me duele fallarles. Por eso ahora estoy yendo a rehabilitación todos los días y vengo re bien; así que, si Dios me ayuda, no voy a fallar nunca más en un show. Es un tiempo que le robo al descanso y a la familia, pero hay prioridades. Mi familia es una prioridad, pero también mi salud y mi trabajo.
-Son contados los artistas de la movida que llegaron al Luna Park. ¿Te das cuenta de eso?
-No me puse a investigar. Tampoco soy de comparar. Sólo sé que fueron pocos. Tengo respeto por lo que hacen los demás, no le saco mano a nadie y tampoco estoy en el detalle de lo que hacen. No me gusta ir a la par de nadie, sino que me preocupo que me vaya bien a mí. Y no es egoísmo sino respeto hacia el semejante.